| This is what do you really want? |

"-Si quieres..."

Y vuelta a lo mismo. No sé como tengo que decir que no es lo que yo quiera, sino lo que tú quieras, porque esta vez la pelota estaba en tu tejado. Era tu puta elección. No había más. Porque sí, y a ver si te enteras de una santa vez, que si fuera por mi estaría pegada a ti como una maldita lapa siempre, en todo momento. Que todo lo demás carece de importancia si sé que vas a estar tú, ¿vale? Así que...¿por qué me preguntas eso? ¿Eh? Sabes a la perfección que no soy de pedir nada, y menos algo como que te quedes aquí porque a mi, una niñata caprichosa, se le antoja la tontería. No podría cortarte las alas de esa manera, ¿comprendes? Pero de vez en cuando a esta estúpida niñata le gustaría que eligieras por ella. Que tú primera opción fuera quedarte y así poder pasar el fin de semana juntos, ir a tomar café, ver una peli, reír contando bobadas, intercambiando opiniones...cualquier cosa. Porque recuerda que para ella su prioridad eres tú.

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Acababa de colgar el teléfono, que tiró acto seguido sobre el colchón con rabia e impotencia. Era ridículo. Otra vez con lo mismo. ¿Por qué no se atrevía a decir lo que realmente quería? ¿Orgullo o miedo a lo que pudiera pensar él? No sabía con exactitud, pero lo que sí sabía era que tanto por su parte como por la de él, esta ridícula situación se podía haber evitado.

Reasons.

| Derrepente notas como una pieza allá en tu interior hace "click", dandote la señal de que a partir de ese momento nada volverá a ser como antes. |

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Su pulso estaba desvocado y una cálida sensación le ambargaba todo el cuerpo. Fue fugaz el momento en que aquellos ojos verdes se cruzaron con los suyos y le sonriéron a través de la ventana del autobús que minutos antes había cogido. Efímero pero muy intenso. Tanto como para hacer posible que aquel corazón, que hasta ese mismo momento había latido por mero compromiso, tuviera una razón más para hacerlo. Una razón de peso.

Bad, worse, the worst.

|+| Ley de Murphy:
"Si algo puede salir mal, saldrá mal."

Otras verdades:

-Nada es tan fácil como parece.
-Todo lleva más tiempo del que piensas
-Si existe la posibilidad de que varias cosas vayan mal, la que cause más perjuicios será la única que vaya mal.
-Si intuyes que hay cuatro posibilidades de que una gestión vaya mal y las evita, al momento aparecerá espontáneamente una quinta posibilidad.
-Cuando las cosas se dejan a su aire, suelen ir de mal en peor.
-En cuanto se ponga a hacer algo, se dará cuenta de que hay otra cosa que debería haber hecho antes.
-Cualquier solución entraña nuevos problemas.
-Es inútil hacer cualquier cosa a prueba de tontos, porque los tontos son muy ingeniosos.
-La naturaleza siempre está de parte de la imperfección oculta.
-La madre Naturaleza es una perra.

|+| Filosofía de Murphy:
"Sonría. Mañana puede ser peor."

|+| Postulado de Boling:
"Si se encuentra bien, no se preocupe. Se le pasará."

|+| Primera ley de Chisholm:
"Cuando las cosas vayan bien, algo habrá que haga que vayan mal."

Más verdades:

-Cuando parece que ya nada puede ir peor, empeora.
-Cuando le parezca que las cosas van mejor, es que se le ha pasado algo por alto.

|+| Paradoja de Murphy:
"Siempre es más fácil hacerlo de la forma más difícil."

| Por tanto, señoras y señores, siento comunicarles que estamos condenados. ¡Viva el pesimismo! Por mi puede estallar el mundo, porque no pienso hacer absolutamente nada para cambiar que esto suceda. Tengo todo en contra y nada a mi favor. Y he llegado al límite de paciencia, ya no quiero luchar más. |

Yin&Yang.

Diferentes, contrarios, enfrentados, pero siempre conectados.
Porque indudablemente todos los extremos llegan a tocarse. Y en ese contacto, casi imperceptible, se produce una conexión, un roce que supondrá la dependencia existencial de cada uno de ellos por el otro. Nunca dejarán de ser ellos mismos, pero necesitarán complementarse, porque la noche no existe sin el día, no hay frío sin calor, lo malo deja de existir sin lo bueno y no hay un yo sin un tú.

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Él es razón, ella es corazón. Él es negro, ella es blanco. Él es música que martillea los oídos, ella es música que amansa a las fieras. Él es el humorista, ella es un chiste malo inesperado. Él es argumentos sólidos, ella es una reacción poco común. Él es un buen solomillo, ella es ensalada. Él duerme, ella sueña. Él es brisa, ella es aire acondicionado. Él es viernes por la noche, ella es domingo perezoso. Él es achuchón al despedirse, ella es saludo cordial cuando llega. Él es lluvia, ella paraguas. Él suspira, ella respira. Él es mapa, ella territorio desconocido. Él es explicación lógica, ella es una sinrazón. Él es arte, poesía y escultura, ella es física, química y matemáticas. Él es carcajada espontánea, ella es sonrisa ladeada. Él es hoy y ahora, ella es futuro. Él es quien debería ser, ella es quien sueña ser. Él es él, ella es ella. Él no puede vivir sin ella, ella no puede vivir sin él. Son el norte y el sur, el polo positivo y el negativo. Pero se necesitan. Es inevitable.

She can't exist in a world without you.

Game and rules.

"..Tan sencillo como que tus normas en el juego siempre han sido, "haz lo que yo diga y no lo que y haga". Bien, pues el juego se termina. Imponle esa norma a quién se deje.."

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-Explicámelo porque no lo entiendo..-musitó, rompiendo el silencio reinante en la habitación
Él la miró, sus ojos vagaban por todo su rostro, mientras ella se sentaba en la cama y recogía las piernas, rodeándolas con los brazos y pegándolas al pecho.
-¿Explicarte qué?-Alzó una ceja, dándole una calada al cigarro y desvió la mirada de ella, que se mordía el labio.
-¿Cómo que el qué? ¿Por qué haces esto?- negó varias veces.- Si sabes que es lo que más odio, ¿por qué sigues haciéndolo?
Él entrecerró los ojos, mirándola de nuevo. Apretó una de las manos en un puño conteniendo la rabia, evitando así alzar la voz.
-¿Te molesta?-Soltó el humo lentamente por la nariz, como en un bufido.
Ella asintió, mientras se levantaba y le encaraba.
-Sí y lo mejor de todo es que lo sabes. ¡Lo sabes! ¿Tanto te cuesta evitarlo? ¿Eh?-Su tono de voz empezaba a elevarse unas cuantas octavas- No es justo, no lo es. Siempre que sé que algo de lo que puedo hacer te va a molestar lo más mínimo, no lo hago. Porque tú eres lo primero, ¿entiendes? Prioridades, así es como se le llaman, ¿tanto te cuesta hacer lo mismo?
La miró mientras negaba y tiró el cigarrillo a medio consumir por la ventana. Hablo de manera pausada y tranquila, muy característico de él
-Te he dajado las cosas muy claras desde el principio y te lo he explicado muchas veces, pero parece ser que a ti eso te da igual.
Ella sonrió irónica y negó apartándose mientras le daba la espalda y se pasaba una mano por el pelo frustrada.
-¿Qué a mi me da igual? Ponte en mi lugar, ¿quieres? ¿Cómo te sentirías?-Entrecerró los ojos, girando un poco el rostro para mirar su expresión, serena e inmutable, como siempre- Sí, ya sé, te es indiferente, como todo. Pues ya está, me parece perfecto. Ya puedes olvídate de las prioridades.
Su corazón latía acelerado, producto de la rabia contenida, mientras recogía su bolso y cazadora y se encaminaba hacia la puerta. Tenía ganas de llorar, pero no lo haría, no esta vez. Se giro un momento, agarrando el pomo de la puerta. Lo encontró apostado en la puerta de la habitación.
-Y como siempre no tienes nada que decir..¿verdad? -El nudo en la garganta se hacía mayor, tragó saliva, esperando una contestación que por supuesto no llegó. Se limitó a desviar la mirada y darle la espalda, cerrando la puerta del cuarto.
Cerró los párpados con fuerza, tiró del pomo y salió de la casa, dando un portazo al cerrar. No esperó el ascensor, bajó las escaleras al trote, mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas. Se sentía como una completa gilipollas y estaba harta de hacer la vista gorda y tragarse las mierdas ella sola. El juego había empezado a hacer daño desde hace mucho. Él lo había querido, ese era su set de partido.

| Game over. |

Once more, I'm sorry.

"..No es algo que puedas olvidar y perdonar con facilidad, pero yo misma me encargaré de poner tiritas en esas heridas que yo misma causé.."




Lo siento.
Sí, no sé cuantas veces lo he dicho ya, pero estoy totalmente arrepentida.
Esta culpabilidad me ahoga, y aunque siendo sincera, sigo pensado que no es una falta tan grave, sé que fallé. Independientemente de la gravedad del asunto, he fallado. La única persona que no debía hacerlo, lo hizo. Muchas veces dije que no era perfecta, que tenía muchísimos defectos y que estabas totalmente equivocado. Ayer, después de seis meses te diste cuenta de mi absoluta imperfección. Antes mis imperfecciones me parecían propias de una chica de mi edad, todos tenemos defectos, unos más que otros, y no los tenía en cuenta, incluso me atrevo a decir que me gustaban. Pero ayer, por primera vez en mi vida, deseé no ser como soy. No ser yo. Porque si ser así, ser una completa inconsciente y absurda idiota, me lleva a cometer faltas que dañen a lo único que quiero realmente y lo único por lo que daría cualquier cosa, renuncio a mí misma. Me odié, y ya sé que queda muy poético decir eso pero lo digo con total sinceridad, aunque ahora mi palabra esté en entre dicho y no tenga ningún valor para ti, es cierto. Odié ser como soy y no poder cambiarlo. Y aunque unas palabras no cambien lo que hice, quiero que sepas que te quiero. Te quiero con todo el alma y nunca quise dañarte, eso será algo que no me perdonaré nunca. De ello puedes estar seguro.

Please, forgive  me..

Who said pain?

 "..por el miedo a equivocarnos.."

Es curioso como todo lo que nos ocurre, está determinado por algo tan sencillo y simple como una mísera elección. Lo puedes tener todo, o por el contrario, perderlo por el simple hecho de haber decidido mal.
Es desquiciante y verdaderamente frustrante, de eso no hay duda. Porque jamás tienes la certeza de no haberte equivocado. Siempre hay un tanto por ciento de posibilidades de que todo se vaya al traste, aún con la seguridad de que el camino que has tomado es el correcto. Si bien, quizás no sea el que más nos gusta o el más fácil, puede que incluso sea el más doloroso y arduo, pero aún así, tenemos la frágil esperanza de que el sufrimiento inflijido durante un cierto período de tiempo, sea recompensado con el bien final.
Aunque, ha decir verdad, siempre oímos esa pequeña voz que nos dice: "¿y si estás equivocado?, ¿y si luego todo lo que te has sacrificado no sirve para nada?". Esa voz que nos hace estar inseguros, incluso hasta de nosotros mismos, es la voz del miedo. Miedo a equivocarnos. Miedo a fracasar. Miedo a arriesgarse. Miedo a dar y no recibir nada a cambio.
¿Somos dueños de nuestro destino? No. ¿Por qué? Porque hay que vencer ese temor. El miedo, te hace libre. Nadie está libre de equivocarse, pero esque es necesario hacerlo. Es la única manera de aprender. Y justo en el momento que no sientas miedo y que aceptes tus errores, tus torceduras de tobillo y caidas a lo largo del camino de la vida, sólo entonces, serás dueño de tus propios pasos.
Ahora es el tiempo de tropezar y caer, y no llorar, ni lamentarse por ello sino, levantarse, limpiarse el polvo del suelo y volver a intentarlo.
La vida es efímera, el tiempo corre y no vuelve. Por ello hay que disfrutarla, vivírla al máximo, sin lamentos y sin arrepentimientos. Porque por miedo a equivocarnos perdemos muchas oportunidades. 

Basta.

Inevitable.

Porque en el fondo lo sabes.

Sabes que haría cualquier cosa que me pidieras.

Sabes que me tienes absorvida. Que cada latido de mi corazón es por y para ti.

Y lo mejor de todo es que yo, sé perfectamente que no quiero que nada de esto cambie.

Porque simplemente no puedo negarme. Aunque no me lo pidieras, haría cualquier cosa por ti.

Porque es sencillamente inevitable.

-¿Sabes? Tienes una de esas miradas que se te clavan muy dentro, de esas que quieres olvidar pero no puedes porque te persigue hasta cuando duermes. Una mirada que habla, que hace que me sonroje cuando se centra únicamente en mi y que cuando se esfuerza consigue hacerme temblar. Tienes una de esas miradas que cuando muestran indiferencia...duele. No obstante...me he cansado de que me mires así.
Fue como una bofetada en lo más hondo de su orgullo, un golpe en el punto exacto. Se recuperó casi al instante.
-Nadie te mirará como yo. Nunca. Al igual que nadie me mirará como lo haces tú.
Mi respiración se volvió irregular.
-Eso no es así. Habrá otras personas. Otras miradas.
-No será lo mismo. Lo sabes. Mira.
Cogió mi mano y la puso justo encima de mi corazón, manteniendo la suya sobre la mía. Pude sentir mis latidos. Lentos, acompasados. Se acercó más a mí. Dibujó lentamente mi clavícula con sus labios, pasó por mi cuello hasta llegar a mi boca. Justo antes de besarme me miró a los ojos un segundo y susurró.
-¿Lo ves?
Pude sentirlo. Debajo de mi mano, mi corazón latía frenético ante sus movimientos sobre mi piel. Entonces lo comprendí. Nadie lo conseguiría nunca. Nadie que no fuera él podría hacer que mi corazón pronunciase su nombre una y otra vez con cada latido. Nunca.

Claro que no.

                                                                                                                        Y lo sabes.