Please, don't play with my heart.

En un instante algo cambia en tu interior. De repente ya no es tu cerebro quien da las órdenes, sino otro órgano del que hacía mucho te habías olvidado. Y es él, que parece despertar de un largo letargo, quien hace que tus labios que carecen de calor, comiencen a dibujar una leve sonrisa que llena de luz tu cara. Una sonrisa que ya no puedes esconder. Y aunque te esfuerces en borrarla por miedo a que te vuelvan a hacer daño, tu corazón, ese pobre que está lleno de remiendos y heridas aún por cicatrizar, está más cansado que tú de llorar y quiere volver a sentir. Necesita que vuelvas a sonreír, porque nunca sabes quién puede enamorarse de tu sonrisa.

Smile and don't wonder yourself why.

¿Un te quiero vale más que nada?

"...Y es que en realidad si te pones a pensarlo, es muy simple. Tanto que no llegamos a comprenderlo del todo. Pero a veces con dos palabras, tan sólo dos palabras puedes hacer que una persona que se ve pequeña e insignificante a tu lado, que cree que nunca será lo suficientemente buena para ti, sea por unos instantes la más feliz de este planeta. Así sería al menos conmigo."

Ese monólogo se repetía en su cabeza, mientras le observaba con nerviosismo. Sabía que nunca reuniría el valor suficiente para encararle y ser franca con él. Aunque no era franqueza ni valor de lo que se trataba. El problema era que no iba a humillarse más, no iba a suplicar ni a mendigar esas palabras y mucho menos si no eran sinceras. No era cuestión de orgullo, era dignidad.

No es que no te quiera, es que no me quieres tú.